11 nov 2008

Un plus de la inseguridad

Una vez leí un libro de aquellos que son de autoayuda pero no parecen. Se llamaba “Los regalos de Eykis” y trataba de una extraterrestre con complejos de socióloga que es enviada a nuestro planeta para analizarnos. Tengo que aceptar que a la mitad del libro me aburrí un poco (clásico en mí cuando leo algo de autoayuda) pero me quedó grabada una parte en la que ella comentaba que en su planeta los celos se usaban sólo para atraer a la pareja, de manera positiva, digámoslo así; puesto que estas personas no sentían celos porque les naciera; simplemente activaban este sentimiento para unirse más a su compañero.

De esto se desprenden muchas ideas. Cuántas veces no he visto y vivido situaciones en las que los celos y la inseguridad hacen que hombres y mujeres discutan y atormenten sus relaciones de pareja, convirtiéndolas en peleas constantes que sólo los dañan.

Sin embargo, hay algo que nunca se acepta cuando se piensa de a dos. La inseguridad va a estar siempre presente. El miedo hacia todo aquello negativo que pueda pasar va a ser una constante en la vida de dos personas que intentan estar juntas. Me puedes dejar por otra, te puede interesar alguien más, puedes aburrirte de mí, puedes cansarte de esperar... tantas cosas que escuchamos o que quizá tenemos en la mente.

Ni los hijos ni los años de matrimonio aseguran que dos personas permanecerán unidas. En un pequeño conteo que llevo en la cabeza, de tres parejas casadas que conozco desde niña, dos han finalizado luego de un largo tiempo de convivencia que supera mi existencia.

Pero debo dejar en claro que si viviéramos de estadísticas seríamos incapaces de arriesgar en la vida, lo que nos llevaría a no lograr nada. Creo que hay muchos factores dentro de una relación y también creo que uno de los muchos problemas puede ser también una solución.

La inseguridad frente al futuro de una pareja puede ser aquello que los impulse a renovarse día a día. Cuando nos sentimos completamente seguros de que la otra persona siempre estará allí, dejamos de prestarle atención y de mirarla con los mismos ojos enamorados e interesados; cometemos el gran pecado de dejar las cosas para después porque finalmente estamos convencidos de que mañana podremos decirle nuestros pensamientos, mañana podremos ser cariñosos, mañana podremos ser comprensivos, mañana tendremos tiempo para discutir y arreglarnos.

En ningún aspecto de la vida existe el mañana. Mañana es una palabra que usamos para referirnos a un tiempo del que no somos dueños, del que somos increíblemente ajenos porque es íntegramente abstracto: no existe, no está.

Olvidamos que el mañana puede ser todo lo contrario al presente, sólo para vivir tranquilos. Sería interesante si revertimos la situación y pensamos que al no ser dueños del futuro se nos hace más fácil amar el presente e intentar vivirlo lo mejor que se pueda.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues tienes razon...creo que yo eh vivido eso ...la inseguridad no sola mia sino la de ambos termino por separarnos :(.
Puxa nuse como eh terminado aki jejej pero que yo recuerde estaba leyendo el blog de Gianmarco :) que por cierto esta bien chveree.
Me gusta como escribes...tienes talento, me tuvistes enganchado todo el time que estuve leyendo tu post. Puxa sorry sino redacto a la altura tuya :s y si por ahi tengo una falta ortografica ajjaja nu soi muy bueno en mate jajaja :S

Anónimo dijo...

Tienes razon, muchas parejas piensan que por el solo hecho de estar casados ya es muestra suficiente de que el amor esta presente y olvidan lo mas importante que es mantener vivo el amor, mantener a la pareja ilusionada día a día con pequeños detalles que demuestren que el sentimiento esta VIVO. Es el hoy el que se vive con intensidad no el mañana.