18 mar 2015

A galope por la vida...


Mariposa no vuela... la velocidad para ella se hace presente en tres tiempos: Mariposa galopa y lo hace suave, con cariño, con flojera... quizá porque es como esas viejitas engreídas que quieren todo a su ritmo, quizá porque es de escuela y como tal, sabe que todos los que en su lomo aprenden a galopar estamos aterrados.

Mariposa galopa mientras mi yo interior se debate entre el miedo, el ajuste de las piernas, el llevar los talones hasta el suelo y el disfrutar plenamente de lo que ella está haciendo. Muero de risa y nunca pensé que eso sería posible. Así como hoy no soy capaz de soltar la quinta rienda al galope, (es decir, estoy aferrada a la montura con una mano), así era yo hace algunos años cuando el caballo que me robó el corazón me enseñó a trotar. 

Mariposa galopa no solo porque yo se lo ordeno, también porque la voz de mi paciente profesor se lo indica. Ella lleva años escuchando los mismos comandos, reconociendo la ínfima fuerza de sus jóvenes jinetes y reclamando, cuando quiere, un poco de cariño.



Qué duro ha sido para esta amazona tomar otras riendas, asumir un lomo y un paso diferente al que estaba acostumbrada. Pero creo que el miedo que siento hoy pasará como el miedo que sentía cuando Jasán dejó de girar en círculos a la cuerda para dejarse llevar por mis manos y sobretodo, por mis piernas.

Qué sencillo ha sido retomar el único deporte que no siento como tal. Aunque termino con el cuerpo molido al salir del picadero, realmente mi corazón está repleto: repleto de nuevas sensaciones, repleto de agradecimiento y también de nostalgia por Mariposa a quien no le gustan los besos, por Fuego que se puso rebelde una tarde, y sobretodo por Jasán que está siempre en mis recuerdos pero que tiene que ser fiel a su Ejército.

No sé si llegaré a saltar, no sé si me anime a concursar. Mi maestro dice que todos dicen lo mismo cuando empiezan. A mí no me importa lo que digo, solo me interesa ponerme las botas y disfrutar, porque como dicen por ahí: un mal día en el picadero es inclusive muchísimo mejor que un buen día de trabajo.

Mariposa galopa y aunque a veces siento que saldré volando, no se imaginan cómo lo disfruto...


7 feb 2015

Mantras, mandalas y la contínua búsqueda del estado Zen...

Hace unos meses llegó a mis manos este libro...


Me lo regaló el propio Joseph Cruz, el autor, quien además entró a casa para ayudarme con algunos temas por resolver de Feng Shui. Creo que fue el momento indicado para reencontrarme con ese lado espiritual que todos debemos cultivar. 

Tras algunas remodelaciones en casa que todavía continúan, la energía cambió y mi afán por nutrir mi alma volvió a incrementarse. He empezado el año convencida de que tendré toneladas de trabajo, a nivel profesional y académico, pero convencida también de que el universo complota para ayudarme a alcanzar mis objetivos.

Me sorprende que a pesar de trabajar más de 12 horas diarias, siempre tengo algunos minutos para escuchar mantras en casa e inclusive, pintar algunos mandalas y reconectarme con la pequeña Estefany a la que le encantaba meditar sobre la gama de colores en una caja de Faber Castel.

Hoy he retomado mi tesis de Maestría y mientras supero la primera crisis sobre variables e indicadores, mis gatos acompañan esta tarde de sábado en casa. Tengo mucho por hacer, le debo a mi cuerpo incontables horas de sueño y un par de rodajas de pepino para las ojeras... pero me siento tranquila... en este momento siento solo paz...


6 ene 2015

El peso de una pregunta...

Como todos, a veces entro en la rutina apremiante del trabajo sin notar cuán difícil es lo que hago, sin tomar en cuenta los detalles y el nivel de profesionalismo que requiere. Estoy segura que a un ingeniero informático y hasta a un médico le puede pasar lo mismo alguna vez durante su carrera.

Pero afortunadamente, llega un momento en el que reacciono, y me encuentro con un máster, (la grabación de una nota, sin editar). Como es normal en nuestras áreas de prensa, en ocasiones los camarógrafos acuden a las comisiones sin reportero, y por ende, son ellos quienes tienen que hacer las preguntas. Muchos lo hacen bien por la experiencia, pero hay otros a los que se les pasa una pregunta, o que quizá no encuentran el tema de fondo en aquello que están cubriendo. (Y ojo, se les perdona porque su trabajo no es preguntar).

Es ahí cuando me doy cuenta que nuestra formación como periodistas es imprescindible. Saber preguntar es la clave, tanto para cubrir una comisión elaborada y abordar un trabajo de investigación sobre la malversación de fondos en una institución pública, como para afrontar una comisión más light sobre una nueva opción para las vacaciones útiles de este verano.

Ayer por ejemplo veía en casa la entrevista que le hizo Raúl Vargas a nuestro presidente...


Aproximadamente en el minuto 2 de este video, cuando charlaban sobre la relación del presidente y el hoy prófugo empresario Martín Belaúnde Lossio, ex asesor de campaña de Ollanta Humala, Raúl Vargas (por fin) hace una pregunta que tocó los nervios de su entrevistado. Ahí viene la frase del año: "tratemos de elevar el nivel de la conversación, esta es una entrevista con el Presidente de la República". Después de varias preguntas (y halagos innecesarios) sobre su gobierno, la economía y los proyectos para el país, el entrevistador logra hacer una pregunta fuerte, que si la analizamos más a fondo, igual nunca se termina de formular. 

Reflexionando sobre el tema y las preguntas, recuerdo siempre a mis alumnos cuando les pregunto (y valga la redundancia en este párrafo) qué le preguntarían al comandante de los bomberos que está al mando durante un fuerte incendio. En ese momento, la clase me queda mirando y cerca de 7 u 8 alumnos intervienen. Luego les pido que formulen preguntas para un congresista de oposición sobre el caso de Martín Belaúnde Lossio... el silencio se extiende, con suerte, de una clase de 50 asistentes, uno responderá correctamente. Es una pena... recuerdo lo importante que son las preguntas, y les hago preguntas sobre Martín Belaúnde Lossio y sus nexos con el gobierno, MBL y los delitos por los que está siendo investigado, MBL y su pedido de refugio en Bolivia. Y al final, mi clase termina siendo, igual que mi carrera, un vaivén interesante y multicolor de preguntas y respuestas.

A nivel más personal, a mi me encanta preguntar, y es algo a lo que no le tengo miedo para nada. Prefiero que piensen que soy una ignorante o ilusa a quedarme con una duda que corroe mi interior, por más simple que esta sea... como cuando estaba en la universidad y no entendía muy bien cuándo un pollito se convertía en gallo o en gallina y si se podía diferenciar desde el principio. Lo repito y lo haré un millón de veces: no me da vergüenza preguntar.

Sí creo, firmemente que hay que saber formular las preguntas e inclusive, tener un estilo propio cuando abordarmos a alguien con cuestionamientos. Ahora recuerdo la conferencia de prensa de Miguel Bosé...


¿Qué le hubieras preguntado tú, ausente lector?

28 dic 2014

Eso que llaman apego...

Dicen que no debemos sentir cariño hacia lo material... que debemos ser capaces de valorar las cosas que tenemos pero no sentirnos vacíos si nos hacen falta... las cosas son pasajeras, se malogran, se rompen y se desechan. Punto final.

Para variar y como en muchas situaciones, la llamada sabiduría popular no siempre es cierta y que tire la primera piedra quien no ha sentido algo especial por un juguete de la infancia, un regalo significativo o hasta una propiedad que encierra recuerdos imborrables.

Y es que las sensaciones que nos generan los objetos no son a causa de su valor en soles o dólares. Se basan en las experiencias que vivimos al lado de ellos o en los gratos instantes de vida que nos regalaron.

Es extraño pero esta vez tengo que despedirme de mi primera computadora personal... aquella laptop que viajó desde el viejo continente hace 6 años para acompañarme en un viaje al sur del mundo. Fue un esfuerzo de mi madre que nos permitió comunicarnos cuando ambas estábamos lejos de nuestro terruño, cuando nos necesitábamos para compartir anhelos y desatar largas conversaciones. Mi Dell fue el objeto más preciado que me llevé a Chile cuando estuve de intercambio y con los años descubrí que era tan guerrera como yo.

Su teclado soportó el chocolate caliente de mi abuela hecho por mí, las lágrimas de desfogue cuando hacía catarsis, las videollamadas con mi esposo ausente desde provincia y las horas de locura académica escribiendo mi tesis de licenciatura y craneando mis posteriores clases universitarias.

Pero eso no es todo. Aunque les suene increíbles, además de sus viajes, este aparatito ha soportado innumerables caídas algunas de mis manos y otras desde las de mi nana y mi sobrino, quienes han hecho - literalmente- lo que han querido con las teclas y la pantalla. 

Yo ya tenía planeado reemplazarla porque su aspecto, tras tantas batallas, no es el de una computadora normal. Pero la verdad es que me resistía al cambio: tiene mucha información, muchos recuerdos y sobretodo, en las tiendas por departamento no venden la marca de esta, mi primera laptop. Sin embargo la navidad generó en mi esposo un ánimo de búsqueda implacable y tras abrir mi regalo y sorprenderme porque se trataba de una Dell, me confesó que demoró mucho en encontrarla. Dell es mi lovemark en cuanto a computadoras y lo digo sin miedo porque no me han pagado ni un dolar por escribirlo.

Hoy las laptops han sido desplazadas por instrumentos más amigables de manejar como los smartphone a toda hora disponibles y las tablets, cuyo valor utilitario también considero interesante. Pero especialmente por eso, creo que es sumamente especial ese momento en el que enciendes tu computadora personal, aquel objeto al que le tienes cariño y le agradeces porque es de demasiada ayuda al momento de elaborar tu tesis de maestría, o porque atesora todas las fotografías de las travesías divertidas que te has regalado.

Nunca pensé que tendría que despedirme de una laptop y que eso me haría sentir diferente, pero así son los objetos. Sentiré esa nostalgia hasta que me acostumbre a las teclas nuevas y al Windows 8.
Cariños!

5 nov 2014

Échale la culpa al centralismo

El último asesinato ocurrido a causa de un extremo abuso policial en Cajamarca es noticia hace varios días: las imágenes del brutal ataque durante el desalojo, la fuerte y justificada indignación de la familia y las posteriores manifestaciones en esta ciudad del norte del país.

Si develamos los negativos de lo ocurrido y, dejando detalles de lado, vemos en macro, existe un gran problema que tiene años dañando nuestra sociedad como conjunto (si es que eso existe en el Perú). Sólo hay que aceptar que en Lima todo es Lima y que nada espanta cuando no es de Lima.

Así de crudo es. Un desalojo ordenado quizá de forma irregular por una deuda de 1500 dólares sería un escándalo en la capital, mientras que al norte de la brújula tiene que morir un compatriota padre y abuelo para que algo nos indigne.

Es la misma figura cuando hablamos de corrupción, Alcaldes y presidentes regionales que roban millones no es problema. El escándalo se desata cuando uno de ellos manda matar con pana y elegancia a sus opositores políticos, con dinero, claro está, de las arcas públicas que lo respaldan. A partir del caso de César Álvarez se inició una campaña contra la corrupción en provincia. Antes, mucho antes, el tema se ignoraba entre las calles coloniales de Lima.

Feminicidio. ¿Cuántos casos se reportan al año? ¿Cuántas víctimas cuyos nombres no ingresan a las páginas de los diarios y cuyos deudos, niños en general con serios traumas por resolver y en total abandono, no tienen eco. Pero... tiene que morir una cantante Piurana con éxito para que los reflectores la apunten a ella, su familia y su esposo, el principal sospechoso. En este caso en particular se dice que la necropsia de la vocalista de Corazón Serrano pudo ser manipulada.Tan solo pensemos un segundo: una necropsia de ley, manipulada dentro de una institución del Estado. ¿Vergüenza, verdad?

¿A qué extremos tienen que llegar los problemas en el interior del país para que finalmente giremos la cabeza a observar lo que allí ocurre? ¿Dónde queda el Estado y la inclusión social de la que tanto se jacta este gobierno? Parece que en el rincón de las promesas del pasado.





15 oct 2014

El Hueco de México y Umberto Eco

Mucho se dice en las redes sociales sobre la cobertura que dimos los reporteros al hoyo de la auxiliar de Paseo de la República, camino a la avenida México. (Incluso hay memes...)


Primera Noticia salió desde temprano con la denuncia que nos llegó gracias a un vecino. La idea, fue desde el principio, mostrar la magnitud del forado. Que si estuvimos expuestos, es cierto, pero no es la única comisión en la cual estamos expuestos, ni tampoco la primera vez que se hace una cobertura de este tipo. (O pregúntenle a los reporteros que ingresaron al hoyo en el que estuvo secuestrado un joven hace años).

En el título del post hago referencia a Umberto Eco y sus apocalípticos e integrados. Quienes trabajamos en televisión sabemos que nadie está descubriendo la pólvora, pero que por motivos de competencia, cada día se nos exige más y los productores periodísticos están intentando innovar: son tiempos de cambios. Quienes critican la cobertura de hoy son los apocalípticos (#findelperiodismo), aquellos que consideran que son parte de un grupo de seres cultos que están en peligro de extinción por la culpa de la cultura de masas. Los reporteros de televisión formamos parte de esa cultura de masas y hasta cierto punto, intentamos integrarnos a los cambios en la pantalla.

Ninguno de los más de 5 colegas que ingresamos al Hoyo perdimos la dignidad por hacerlo, al contrario, se cumplió nuestro objetivo y finalmente el forado ya no existe.

29 sept 2014

Tan solo palabras...

A raíz del debate entre los candidatos a la alcaldía de Lima y después de haber conversado con muuuchos postulantes de diferentes distritos, no puedo quedarme callada (aunque haya sido una costumbre entre algunos durante la campaña.)

Es increíble la capacidad que tienen estos sujetos de engatusarnos con lo que comúnmente llamamos floro barato; quizá la principal característica de nuestros políticos.

La semana pasada hice una nota con dos candidatos de distritos "pudientes". La primera era una pigmea profesional con 20 años de experiencia municipal que es, a la vez, la única mujer que postula por su distrito. Siempre muy amable y muy bien maquillada no dejó de hablar los 90 minutos que estuvimos acompañándola. Tenía propuestas para todo e inclusive, se une a esta tendencia de querer techar la Vía Expresa para crear espacios públicos (sin decir quién financiaría tamaña obra). Ella, claro, no va a ganar porque en su distrito el favorito es el actual alcalde.

Un poco más hacia el sur pasaba lo mismo. Un joven candidato intentaba convencerme que él era la mejor opción para este distrito que es percibido como de clase alta pero que tiene zonas de gran miseria. A uno de esos barrios nos llevó, haciendo gala de que a él no le pasaba nada y de que en medio de torres de desmonte crearía un polideportivo: todo interesante, todo posible, decía él.

Así han sido las últimas semanas. He tenido que soportar las portátiles de los candidatos, los gritos de los vecinos que quieren que grabemos su opinión y las ganas de estos políticos improvisados o con experiencia de mostrarse impolutos y perfectos para el cargo.

Muchos tienen buenas ideas, pero eso es lo negativo: quedan sólo en ideas. Una vez que les otorgamos nuestro voto, los intereses personales priman y poco importa lo que nos prometieron, poco importan las pistas y veredas, las zonas marginales, las reformas de fondo y no solo de forma: poco importa las condiciones en las que vive la gente si lo único que quieren son escaleras.

Es una pena porque sabemos que nos meten cuento, porque a pesar del voto informado, nada nos garantiza que vayan a cumplir eso que prometen con bombos y platillos. 

Qué pena siento de ir a votar este domingo. Es realmente una desilución saber que todo indica que va a ganar alguien que se ha burlado de nosotros durante toda la campaña y desde la maquiavélica intención de revocar a la alcaldesa. A título personal creo que el candidato Solidario nos toma por tontos: no nos ha dicho qué piensa hacer por Lima,  cuáles son sus planes de gobierno ni cómo solucionará la inseguridad y el transporte que nos desatan graves dolores de cabeza. Habría que reflexionar inclusive sobre su capacidad de comunicación y la visión que tiene de nosotros los electores, ¿recuerdan lo que dijo cuando ocurrió el altercado con el JEE?: "YO SÍ SÉ LO QUE ES NACER DE UNA MUJER". Que pena que crea que es el único elegido que ha tenido esa dicha, ¿o es que el resto vino de Marte en una cápsula?

Su actitud solo demuestra que se cree superior, y quien se cree más que los demás es incapaz de pensar en el bien común, opta solo por medidas efectistas y de corto plazo, maquilla sus obras y ensalza lo poco que hizo en dos periodos municipales. Mi voto no será amarillo, quiero creer que existe una mejor opción aunque seamos incapaces de verla.