Hoy fue mi último día como conductora de un noticiero que me chantaron por falta de gente. Desde el lunes, regreso a mis avances del día y a mi rutina de trabajo normal. Pero regreso más que satisfecha, regreso feliz.
Feliz porque afronté un nuevo reto sin miedo y recibí buenas críticas. Feliz porque en esta nueva etapa, primera etapa en el mundo de las pantallas, he conocido gente que se merece mis aplausos.
Hoy voy a hablar de mi jefa. Mucha gente tiene constantes problemas con sus jefes directos. Que si son autoritarios, que si no saben tratar a la gente, que si son ineptos para su cargo. En mi corta vida laboral nunca he tenido una jefa como la que tengo ahora: una jefa digna de que todos se saquen el sombrero por ella.
Y eso que las jefas mujeres suelen ser problématicas para su subordinadas del mismo género. La mía escapa de todos los malos adjetivos. Escribo esto porque es una mujer que saca la cara por su equipo. Una mujer de armas tomar y una muy graciosa compañera de trabajo. Sabe perfectamente cómo y cuándo presionarte y sabe cómo defenderte si es necesario.
En un rato más brindaré por una mejora en mi trabajo, pero también brindaré por ella, porque sin su apoyo no la tendría. Y porque disfruto escuchar de su pequeña boca esa palabra que la caracteriza: Ubicate Tifany!
Finalmente en una chamba puedo decir que me siento ubicada.
Para desentonar un poco, les dejo este video ridículo de una cantante mexicana que se hace llamar Amandititita. Un himno muy estúpido para todos los que odien a sus jefes. Los efectos del video son de otra época.
Aquí dos enlaces por si tienen curiosidad sobre esta peculiar cantante:
Artículo en diario La Jornada de México
http://es.wikipedia.org/wiki/Amandititita
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