24 oct 2009

La universidad del mundo

Ayer formé parte de un grupo de alumnos internacionales que con ayuda de becas o de sus propias universidades llegaron a Chile a buscar nuevas experiencias y aprender. Una estadounidense, un inglés, una escocesa, una colombiana, dos alemanes y dos peruanas. Todos en Chile, todos en la misma universidad. Pero todos con diferentes oportunidades.

Luego de escuchar de dónde provenían y cómo llegaron hasta aquí, me choqué con una realidad palpable, que pocos estudiantes peruanos o latinoamericanos toman en cuenta. Resulta que la universidad, en Estados Unidos y Europa, los invita e impulsa a viajar, a conocer el mundo y a fortalecerse como personas. Los intercambios y los viajes de estudio son pan de cada año para ellos, al nivel de que muchos ya han recorrido Europa o al menos América.

¿Qué pasa entonces con nuestras universidades? ¿Será que su calidad de enseñanza se limita a lo que pueden proveer en las aulas y no a esa información de background que uno adquiere viajando?

La estadounidense, por ejemplo, estudiaba en un college literatura inglesa. Dentro de su currícula tenía un curso de literatura latinoamericana y para adentrarse más en las ideologías de la zona, ella y todo su curso viajaron a Perú para aprender sobre Vargas Llosa, Ciro Alegría y, por supuesto, Machu Picchu. Lo más interesante es que dentro del programa de siete semanas, fueron a la universidad de Huamanga a analizar la ideología Senderista y el pensamiento que dio inicio a aquella fuerte guerra interna que tuvimos por los ochentas.

Los alemanes, estudiantes de medicina, viajaban cada año a hacer prácticas en hospitales como parte de su internado. No existe, creo, vivencia más enriquecedora que insertarse en otra realidad y conocer cómo funciona la carrera en una sociedad completamente diferente a la nuestra.

Erasmus Mundus, Fullbright, hasta la Fundación Carolina, son algunos de los programas trampolín que usan los universitarios alrededor del mundo para viajar. Pero eso no debería ser todo. Las universidades peruanas deberían preocuparse por crear nexos para que sus alumnos estudien las materias desde otras ventanas, quizá mirando el mundo. Yo aproveché una de las pocas becas que da mi centro de estudios y por ello formo parte del reducido grupo de universitarios que salen del Perú como parte de un intercambio, cosa que es cien veces más común alrededor del mundo.

¿Por qué las oportunidades en otros países son más asequibles y abundan? ¿Por qué para los europeos o norteamericanos es más fácil aplicar a una beca que para nosotros que tenemos menos oportunidades dentro del país?

Espero que cuando me toque presentarme a una beca a maestría o doctorado no me encuentre con el hecho de que el color y la procedencia de mi pasaporte me hacen ser la menos calificada. Una vez una profesora de la universidad nos dijo que hay mucho dinero en el aire para estudiar y que si somos mujeres, de un país tercermundista y negras, tenemos muchas más posibilidades. Ojalá sea verdad. Sólo me faltaría ser negra.

Esta es una canción del último disco de mi favorita Alanis Morissette, quien se declara ciudadana del planeta. Sería genial si todos pudiéramos serlo.


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