Siempre oímos decir que en cuestiones de pareja sólo deben estar metidos dos. Pero dentro de estas dos personas hay un mundo de ideas, situaciones y experiencias que en ocasiones convierten las relaciones en una mezcla increíble de dulce y salado que no siempre queda tan bien como en los artes culinarios orientales.
Cuando salimos con alguien que no nos importa de verdad, todos estos factores son pasados por alto y hacemos caso omiso a lo que digan con respecto a su futuro, a sus planes, a su trabajo, a su familia. Sin embargo, cuando la cosa tira para seria, es necesario sentarse a charlar un buen rato y en repetidas ocasiones sobre lo que pensamos hacer y cómo ajustarlo para que los planes de uno sean compatibles con los del otro.
Yo, por ejemplo, siempre supe que jamás podría estar con alguien que no pensara casarse o que no quisiera tener hijos. Pensamiento bastante arcaico en estos tiempos modernos de libertades, pocas ataduras, internet y convivencias; pero algunas ideas tenía que sacar de mi “adorada” abuela. En fin... muchas de las características que buscamos en la otra persona tienen que ver con esos simples o complicados detalles. El camino se pone más estrecho si ambos no concordamos en estilos de vida, planes para futuro, ideas sobre familia, etc. Por que sino vivimos a lo Jennifer Aniston el cuento de hadas con el hombre perfecto sin saber que aquel Brad Pitt tenía muchas ganas de ser padre, y de una familia extremadamente numerosa. ¿Me dejo entender?
Por ello soy partidaria del pensamiento Sprite: las cosas claras y desde el comienzo. Sino, no se hace más que perder el tiempo con una persona que al final del camino no busca lo mismo que uno. No sólo se trata de cuánto nos quieren, también es muy importante y casi imperativo diría yo, conocer hasta qué punto podemos unir nuestras vidas para lograr algo en común; respuestas que sólo se logran con aquellas charlas que marcan y asustan. Sinceridad ante todo y a olvidarse del miedo!
Este videito para que se rian un poco. Defintivamente las cosas claras pero tampoco a tanto extremo... muy bueno!
19 dic 2008
5 dic 2008
Volviendo a la realidad
Realmente jode cuando la vida se ve afectada por un estrepitoso cambio de planes sin que uno lo haya previsto y sin poder hacer nada a cambio. Este post es una especie de desfogue por todo aquello que planeé hacer este verano que no iba a ser un verano para mí. Lamentablemente no veré Madrid en invierno ni conoceré la tan ansiada independencia de una mujer que a los 40 y tantos ha vuelto a nacer lejos.
Lima en diciembre no será nunca igual y como siempre tiendo a hacer, tendré que refugiarme en las pocas personas con las que puedo contar. Últimamente muchos me han dicho: “las cosas pasan por algo”. Y no puedo negárselos, la vida me lo ha confirmado en varias ocasiones. Pero mientras me repongo a la gran choteada de los pinches españoles, permítanme decirles: QUE LES DEN POR EL CULO!!!!!!
Aquí la canción que pensaba escuchar el 24 de diciembre... una de las que más recuerdos me trae por estas épocas.
Lima en diciembre no será nunca igual y como siempre tiendo a hacer, tendré que refugiarme en las pocas personas con las que puedo contar. Últimamente muchos me han dicho: “las cosas pasan por algo”. Y no puedo negárselos, la vida me lo ha confirmado en varias ocasiones. Pero mientras me repongo a la gran choteada de los pinches españoles, permítanme decirles: QUE LES DEN POR EL CULO!!!!!!
Aquí la canción que pensaba escuchar el 24 de diciembre... una de las que más recuerdos me trae por estas épocas.
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